Tirar piedrecitas

Mirar al suelo, elegir una piedra y tirarla, al agua, al aire y ver simplemente como cae, o lo lejos que ha llegado o las veces que ha rebotado en el agua. Mecánica de un juego que nos distrae con la distancia y el peso, repetición obstinada hasta que el brazo se cansa. Mientras tanto podemos pensar sin sentirnos culpables por la quietud visible.

Dice Steiner citando a otros filósofos: " El hombre no es, ante todo..., "un animal de habla". Es un Homo ludens, un "animal que juega...El juego es la fuente última del desdecir.

Por otra parte Francisco Careri en "El andar como práctica estética" y comentando el mito de Caín y Abel dice que Abel puede ser considerado como el Homo Ludens "El hombre que juega y que construye un sistema efímero de relaciones entre la naturaleza y la vida. Sus distintos usos del espacio se corresponden, de hecho, a unos usos del tiempo tambien distintos... El trabajo de Abel, que consistía en andar por los prados pastoreando sus rebaños constituía una actividad privilegiada compara con la de Caín...Si la mayor parte del tiempo de Caín estaba dedicada al trabajo, por lo cual se trataba por entero de un tiempo útil productivo, Abel disponía de mucho tiempo libre para dedicarse a la especulación intelectual, a la exploración de la tierra, a la aventura, es decir, al juego: un tiempo no utilitario por excelencia. Su tiempo libre es por tanto lúdico, y llevará a Abel a experimentar y construir un primer universo simbólico entorno así mismo."

Seguro que Abel tiró piedrecitas.